Hola, ustedes no me conocen, yo tampoco les conozco a ustedes, nadie conoce a nadie pero eso no importa. Mi nombre es Alan Sanders y soy detective, pero no un detective cualquiera, soy un supermegahiperchachidetective. Este es mi ayudante, Toni Pantene, tiene peor carácter que yo pero también tiene un mejor pelo y conoce a todos los peluqueros de la ciudad. ¿Que por qué me hice detective? Es difícil de explicar, mi padre quería que yo fuera presidente de un club de fútbol, lo de siempre, un trabajo respetable que me diera una buena posición pero lo mío es la aventura y la investigación criminal, por ello me apunté a un curso a distancia de Ceac de “detectives y otras profesiones de usar la lupa” y aquí estoy intentando ayudar a la policía a aclarar los casos. Es cierto que quizás muchas veces no les sea de mucha ayuda pero yo prefiero que se diga “Alan Sanders no puede ayudar a la policía” a que se diga “Alan Sanders ha matado a un anciano”. Lo cierto es que la policía no siempre es receptiva conmigo, a veces pienso que no quieren que les ayudemos pero seguramente sea por envidia. De todas formas nuestra relación con la policía es excelente excepto con el teniente Johansson que por alguna razón nos tiene manía. Aún así yo me considero bastante johanssonista aunque el propio Johansson ha dejado de ser johanssonista por algún motivo que desconozco. El sábado pasado nos llamaron para un caso. Bueno, realmente ellos nunca nos llaman, nosotros tenemos una emisora con la que escuchamos todas las transmisiones de la policía y cuando pensamos que nos necesitan allá vamos. Escuchamos el aviso de un 727, asesinato de persona que está muerta en ese momento. Ir al lugar de un crimen es como ir a un museo, te dicen que no toques nada pero uno a veces no puede evitarlo, sobre todo si hay galletas oreo a la vista. El cadáver tenía pinta de estar bastante muerto. Según los expertos tenía rigor mortis, debe ser algún tipo de gripe africana que se suele pillar el uno de Enero. A simple vista se veía que ese no era el motivo real de su muerte ya que tenía un cuchillo clavado en su espalda. Me acerqué al teniente Johansson para ofrecerle mis conocimientos.
-Buenos días teniente, creo que el cuchillo tiene algo que ver con su muerte
-Automaticamente eso está claro, esto es uno, no hace falta ser muy lista para verlo
-Ya veo que no está usted de humor, menosmola
-Tócame las bolas
-Eh,ah,oh,eh
-Vayase de aquí detectiva, este es caso para la policía, no para aficionados.
-Claro, ya sabe que nosotros siempre colaboramos con las fuerzas del orden.
Era mentira, conseguimos hablar con uno de los agentes y nos contó algo más sobre el caso. El muerto era un tal Efective Tikitakesen, un habitual de la noche. Este caso requería investigar en los locales nocturnos de la ciudad lo cual era bastante complicado ya que yo me suelo ir a dormir a las 9 de la noche y suelo evitar los lugares de pecado. Sin embargo esto había que hacerlo así que ataviado con nuestros pijamas y crucifijos, Toni y yo nos dirigimos hacia la peligrosa noche en busca de respuestas.
Entramos en el primer lugar cantando nuestra canción moderna favorita, Booty time, y nos fuimos a hablar con el barman.
-Buenas noches berebereberebeeeeeee
-¿Perdón?
-Es una coña de ese programa moderno del Arus, Al ataquerrrr
¿Cómo?
-Sí hombre, lo dan justo después de que acaba Quien sabe donde, pero en Antena 3
-Yo es que solo veo La Voz
-Bueno, queríamos preguntar por este hombre ¿le conoce?
-Debe ser un santo ¿no?
-Pues lo han asesinado
-¿En serio? Debió ser hace siglos
-Oh, perdone, le he enseñado una foto de Santo Tomás de Aquino Hayquienviva por error, me refiero a este hombre
-Ah, el señor Tikitakesen, sí, tenía muchos enemigos
-¿Cómo quien?
-Floroncinetti por ejemplo, el empresario de la basura, Nuñevic el empresario de la construcción es otro y hace unas semanas vino un brasileño-cataría preguntando por él, su comportamiento era extraño.
-¿Tiene alguna foto suya?
-No, venía escondido detrás de una papeleta en blanco.
Ya teníamos una pista. Aquella noche tuve un sueño extraño. Estaba en una habitación roja y sonaba una música extraña. Una mujer estaba sentada a mi lado y un niño bailaba haciendo movimientos raros. La mujer se parecía a Laura Palmer pero era Cristiana kubarda de la pradera teñida de rubia. Se acercó para decirme algo.
-Guapo, que guapo eres presi, eres un tío muy simpático y amable y cercano y superchachi ideal de la muerte
Luego se me acercó el niño y me dijo algo raro.
-Lobtuf le rev oreiuq euq oñoc opmac la rartne emajed.
-¿Cómo dices?
-¿Qué pasa? ¿Qué no sabes leer al revés o qué?
En ese momento me desperté, ya sabía quien era el asesino. Llamé a Toni Pantene
-Sanders
-Toni
-Wasaaaaaaaaaaaaaaaaa
-Wassaaaaaaaaaaaaa
-Ya era hora de que me llamaras, ya pensaba que no iba a hacer nada en este historia joder
-Toni, ya se quien es el asesino
-Estoy listo presi, hago un pis y ya estoy listo
-Rápido Toni, al Sandromóvil
Un momento ¿Por qué Toni me llama presi?
Llegamos al lugar del crimen, ahí están todos esperando. Es la hora de explicar el crimen.
-Señoras y señores policías, periodistas, empleados del bar, camellos que están esperando a que salgan los alumnos del instituto de enfrente para venderles drogas, público en general, ya he resuelto el caso. Ustedes se preguntarán ¿quién mató al señor Tikitakesen? De momento sabemos que lo mataron con un cuchillo pero ¿quién empuñaba el cuchillo? Seguro que todos pensarán que alguien le tuvo que matar. Quizás alguien preguntó por él en un bar hace unos días y luego le persiguió y aprovechó que entró aquí para matarlo. Quizás esa persona tuvo que hacer pis antes de cometer el crimen, quizás esa persona usó unos guantes de fregar los platos que luego abandonó en un contenedor de basura dos calles más atrás. Quizás esa persona use unos zapatos como estos que llevo yo y es posible que tras matar a este hombre le susurrara “jodete que Scolarosson es mejor que tú, modelo anticuado y pasado de moda que te han cogido el truco”, es posible, quien sabe. Pero no es así, este hombre se murió solo. Esto en disposición de asegurar que el cuchillo estaba tirado en el suelo con la punta hacia arriba por casualidad, este hombre iba caminando pensando en lo bueno que es, que si soy el mejor modelo y bla,bla,bla cuando de repente resbaló y se cayó sobre el cuchillo, entonces se intentó levantar peeeero se cayó de morros contra el suelo y ahí se quedó y tuvo la mala suerte de morirse. Esto es así y punto, otro caso resuelto por Alan Sanders, ¿Ok Mackey? Y ahora hago como Juan Tamaríz y me largo de aquí, tan, tachan tachaaaaaaaan.