Por fin acabó todo esto. La Liga más agridulce de los últimos años y acabó con un bonito espectáculo para que, al menos, la última impresión sea mejor que la de la última semana. Se despidió Abidal, quizás sea lo mejor visto cómo está el ambiente y no lo hizo Valdés por lo que uno tiene que pensar que va a agotar su contrato. Tito también se quedará aunque con muchas dudas y el año que viene todos estaremos muy pendientes de un joven brasileño que está destinado a alegrar esas frías noches de invierno en las que el Camp Nou parece vacío.
El partido de despedida explotó como una botella de cava y en escasos quince minutos estuvo resuelto. Primero Villa tras asistencia de Pedro asistido a su vez por Iniesta que ha acabado la temporada como los ángeles. Luego fue Cesc que se fabricó un golazo de los que están al alcance de pocos jugadores en el mundo y finalmente fue Montoya quien, de un fuerte disparo, le gritó a Tito que hay alguien en el banquillo dispuesto a hacerlo bien más allá de Adriano. El partido fue de golazos porque como tales hay que calificar el espléndido zapatazo de Iniesta que supuso el 4-0 y no menos el de Morales por parte del Málaga que redondeó el marcador final.
El final me gustó, independientemente de la decisión, es bonito ver que la afición y los jugadores se despiden de alguien que ha sido algo más que un buen jugador en una etapa mítica de este club. Eric Abidal, involuntariamente se ha convertido en un ejemplo para tantos enfermos de esta maldita enfermedad que luchan a diario contra una situación muy difícil de asumir. Merci Abi! rezaba la camiseta que, enmarcada, le regalaron los dos capitanes. Gracias Abi, siempre estarás en el corazón de todos los barcelonistas.
Quedan setenta y tantos días para volver a competir. Mi consejo es no agobiarse demasiado con los fichajes, está bastante claro desde ayer que Valdés acabará contrato y, teniendo en cuenta que a Zubi no le gustan las prisas, igual aplazan el fichaje del portero para cuando no tengamos otro remedio. Estén los que estén en agosto, nos volveremos a ilusionar, querremos ver golear a Messi y aunque nos parezca algo lejano, la ilusión de ganar una nueva Champions nos mantendrá vivos durante muchos meses. Eso nunca nos lo podrán robar.
Força Barça!