Si hay una situación que incomode a jugadores y entrenadores es tener que jugar varios partidos seguidos contra el mismo equipo. El sorteo ha hecho que, como sucedió el año pasado contra Osasuna y hace dos contra el maligno, en los próximos once días, Barça y Málaga se enfrenten en tres ocasiones casi consecutivas, con el único paréntesis de Anoeta en Liga. Esta incomodidad hizo que en mi opinión, el Barça perdiera los tres puntos el año pasado en el Reyno de Navarra pues tras superar con cierta claridad en los dos partidos coperos a los de Mendilibar, la saturación rojilla (aunque habían transcurrido cuatro jornadas de Liga), el inminente partido contra el Bayer Leverkussen y la extraña alineación hicieron el resto. No hay que decir que el maratón de clásicos de la temporada anterior contra el maligno también benefició la victoria en Mestalla de los blancos,eso y el delictivo arbitraje de Undiano Mallenco.
En mi opinión, el mejor antídoto para curar este empacho es, en primer lugar priorizar competiciones. Hoy por hoy seguir con la ventaja en Liga, y si es posible, ampliarla es absolutamente prioritario y por ello el partido de hoy, como lo fueron los de Champions contra el maligno, es el más importante de los tres y, en consecuencia, hay que salir con todo esta noche en La Rosaleda y repetir, en la medida de lo posible, el miércoles el buen equipo que goleó al Córdoba. No quiero decir que se vaya a tirar la Copa, todo lo contrario, estoy convencido de la gran competitividad de los no titulares y creo que con ellos, incluyendo a la pulga a discreción, se podría alcanzar nuevamente la Final. De todos modos se puede y se debe asumir el riesgo pues ya se demostró la temporada anterior que ganar solo la Copa no contenta a casi nadie si no se ha asegurado la Liga previamente. Para otros sí, para este equipo no es suficiente.
Sobre el Málaga Club de Fútbol he de decir que es un club relativamente joven pues su predecesor, el Club Deportivo Málaga desapareció por las deudas en 1992 y su trayectoria en primera se inició en la temporada 1999-2000 por lo que los enfrentamientos con el Barça han sido escasos, y alguno para olvidar. Hoy haré una reseña sobre el partido jugado sobre una piscina el 1 de noviembre de 2008, un partido clave para la confianza de un equipo que apenas iniciaba el vuelo y que acabó en un glorioso aterrizaje en el Olímpico de Roma.
El partido se jugó en unas condiciones absolutamente dantescas para el fútbol pero Velasco Carballo no tuvo a bien acordar la suspensión y se disputó el partido en un campo en donde el balón no botaba y se quedaba frenado en todos los charcos. Así y todo Xavi , en el minuto cinco, colocó una falta en la escuadra de la portería de Arnau, un auténtico golazo. Pero el gol tuvo su respuesta inmediata con el empate de Duda dejando el partido muy difícil para los que iban ese día de amarillo (amarillo iniestazo a más señas). Pero el Barça tuvo más fe y a los pocos minutos, Messi porfió un balón perdido en el área malaguista y volvió a perforar la portería de l’amic Arnau. En la segunda parte el terreno de juego mejoró bastante y el Barça dominó ampliamente el partido. En una jugada iniciada por un pase largo de Eto’o fue cabeceada por Henry dejándola para que Xavi marcara a placer el 1-3. La goleada se redondeó con una falta sacada por Alves desde casi medio campo que rebotó en Weligton y se coló en la portería del desafortunado portero catalán.
Parece que fue ayer pero si analizamos la plantilla que salió aquel día a la Rosaleda: Valdés, Alves, Piqué, Marquez, Puyol, Busquets,Touré,Xavi, Iniesta (Henry),Eto’o (Bojan) y Messi(Victor Sanchez) advertimos la pequeña revolución que ha habido, especialmente en el ataque blaugrana en los últimos cuatro años, a causa del “huracán” Messi. Hoy no se prevé lluvia en Malaga sino más bien un fantástico día soleado de invierno, un buen día para cerrar la primera vuelta invicto y seguir ampliando ese fantástico récord de inicio de Liga del que molesta hablar tanto a la caverna.