Música recomendada: “Russian Dance” de Tom Waits
Hoy no podremos recordar ningún Spartak-Barça histórico, sencillamente porque no existen. El único precedente con el equipo moscovita es el partido que abrió esta actual liguilla y que acabó con el sabido y apretado 3-2. Pero el que piense que se ha librado de la historia del abuelo cebolleta está muy equivocado porque hoy hablaremos de la única victoria del Barça en Rusia, el Lokomotiv 1-Barça 3 de la segunda etapa de Van Gaal en nuestro amado club.
Aquella fue una temporada muy difícil, la última de Gaspart como presidente del Barça ¡ahí es nada! y el loco “vispesident” que veinticinco mil “sosis” habían convertido en “pesident” se agarró al último proyecto ganador del nuñismo para comandar ese Titanic que para entonces decía llamarse FC Barcelona.
Así, era la primera de las dos liguillas que entonces había en la Champions y los chicos de Van Gaal se fueron a jugar al estadio del Lokomotiv de Moscú un primero de octubre de 2002. El holandés alineó al germen de lo que después sería el proyecto de Rijkaard con: Valdés, Puyol, Frank De Boer, Fernando Navarro, Xavi, Motta,Cocú, Mendieta,Luis Enrique,Kluivert y Saviola.
Sí, el Barça salió en Moscú con un 3-4-3 de libro y una camiseta fantástica(azul marino con franja cruzada blaugrana) y dominó el partido sin demasiados problemas pues a la media hora de juego ya habían marcado Kluivert y Saviola (de cabeza). El partido lo acabó de rematar el conejo en la segunda parte y Van Gaal aprovechó para hacer descansar a sus cracks y dar minutos a dos jugadores como Rochemback y Geovani de infausto recuerdo para el reciente barcelonismo. Lógicamente el partido acabó con 1-3 pues los rusos aceptaron el regalo y así se fueron todos al vestuario tan contentos.
Aquella Liga de Campeones la iniciaron Van Gaal y Gaspart y la acabaron Antic y Reyna (y su sobre sellado). Recuerdo que éste último tardó más de lo previsto en convocar elecciones porque tenía esperanzas de llegar a la final de la Champions con este equipo. La realidad y un gol de Zalayeta en la prórroga les volvió a bajar a la tierra, aquel verano hubo elecciones y ganó Laporta, el “Kennedy” del fútbol.
El de hoy es un partido que ha adquirido trascendencia a causa de la inesperada derrota en Celtic Park, una derrota que no tendrá más consecuencias que la de haber roto la imbatibilidad en Champions y poco más. Este Barça es infinitamente superior al Spartak de Emery que, pese a los 0 grados y el césped artificial, poco más podrá hacer que poner el autobús en la portería de Zabolotny. Esperemos que, como aquella tarde de octubre en el Lokomotiv Stadium, los jugadores de TV puedan bailar una “Russian Dance”.
PD. Este post es una excusa para colocarles un vídeo de uno de mis ídolos, el gran Tom Waits. Es curioso como la música de este californiano con voz de cazalla puede hacerte viajar mentalmente hacia la Rusia de principios del Siglo XX. Son las cosas de los genios.