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La noche de Robert

Hoy hablaremos de una temporada que marcó sin duda el destino de nuestro estimado Barça. Me refiero a la difícil segunda temporada de Johan Cruyff como entrenador del Barça una temporada en la que el entrenador holandés estuvo al borde del abismo  y para ello, recordaremos aquel 6-0 ante el Celta de Vigo, disputado en el Camp Nou el 11 de marzo de 1990 en una temporada en la que volvió a fracasar el “aquest any sí” y en el que solo la Copa del Rey ganada al Madrid en Mestalla sirvió para darle una temporada de prórroga al proyecto del flaco. Y ya sabemos cómo fue esa prórroga…

Como decimos, venía al Camp Nou el Celta de Vigo del paradigma de entrenadores ofensivos, Maguregui , en posiciones de descenso y el Madrid de la quinta(en su último año) ya era inalcanzable en Liga. El ambiente estaba más que caldeado en la tribuna del estadi y los pañuelos eran algo más que una anécdota en los últimos partidos en casa. El Barça alineó a Zubi, Alexanco, Koeman, Aloísio, Eusebio, Amor, Roberto, Laudrup, Bakero, Urbano y Txiki. El Barça acabaría goleando en la segunda parte pero la primera acabó con un inquietante cero a cero, con alguna ocasión clara del Celta y casi toda la grada sacando pañuelos. El mal rollo era algo tristemente habitual en la afición culé de la época.

Avanzada la segunda parte y en un córner sacado en corto, Roberto (o Robert) “el de Betxí” adelantó por fín al Barça y la grada dejó de murmurar, aunque hubo una jugada posterior del Celta en que pudo ser expulsado Zubi  y en la que volvió a haber otro sobresalto. En aquella época no se ganaba para sustos.

Salió Salinas al campo y el equipo mejoró (?) de tal modo que Roberto en un chut que rebotó en la defensa marcó su segundo gol de la tarde. La afición por fin escondía sus pañuelos y podía acabar de “disfrutar” del partido. En un lanzamiento de falta lateral, Roberto marcó su único hattrick de su intrascendente historia culé, a caballo entre dos proyectos ganadores, el de Venables y el segundo y más triunfal de Johan. El infatigable Amor marcó el cuarto gol a puerta vacía y Laudrup el quinto de jugada personal. El set lo completó Salinas a pase del frío danés.

Como decimos, el enfrentamiento de Cruyff y Núñez era evidente tras su segundo año en el club, pero la primera Recopa en Berna y la Copa del Rey de Mestalla afortunadamente no cargaron de razones para destituir al entrenador. Esa Final de 1990 en la que tuve la suerte de estar en directo es, sin duda, el inicio de la era moderna del barcelonismo trionfant.