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Crónica

Máximo respeto

Un Barça-Madrid más que fútbol, calibra estados de ánimo. Ayer, pese a que ambos equipos tuvieron una buena oportunidad para cambiar su historia, acabaron más contentos de lo que no pasó que de lo que efectivamente consiguieron. El barcelonismo más cauto, entre los que me incluyo, temía este partido desde que vio romperse a Puyol en la noche lisboeta. Las elucubraciones sobre la recuperación de Piqué no hicieron más que sembrar de dudas una previa marcada por la falta de efectivos en defensa. El hecho de que al final el Madrid no sacara demasiado partido de las bajas alivió a muchos aunque en el último momento vieron la posibilidad clara de ganar los tres puntos. El madridismo por su parte, que no suele decir lo que realmente piensa, todavía teme al Barça y la sombra de salir a 11 puntos del Camp Nou estaba ahí, como el recuerdo del partido de ida de la supercopa. Salir con un punto se vio por ambas aficiones como un mal menor.Nada se decidió anoche.

Al final Tito se decidió por Adriano en el centro de la defensa, en una decisión arriesgada pero meditada, una decisión que no salió demasiado mal teniendo en cuenta el rival que tenían enfrente. El Barça no carburó de inició y le fue muy difícil controlar el partido en la primera mitad. Ambos entrenadores habían decidido acumular hombres en el centro del campo y la ausencia de una referencia en ataque como Alexis permitía salir a los centrales madridistas con libertad para achuchar a la creación del Barça. La entrada de Iniesta impidió que jugara el chileno en el titular en, a mi entender, el único fallo claro de la alineación de Tito. Porque Iniesta cuando está flojo físicamente no está para medirse al Madrid, un equipo que te exige estar al 120%. Viendo el partido del chileno en Lisboa yo estaba convencido de su titularidad pues no se debe desperdiciar su trabajo en un partido tan duro.

Así, la intrascedencia de los ataques del Barça tenían siempre respuesta con peligro del Madrid con un Özil que comandaba las contras.Solo Cesc buscaba los desmarques y el Barça abusaba del pase largo ante la imposibilidad de crear de la forma habitual. Las sensaciones no eran buenas e inmediatamente llegó el gol de Cristiano, un gol que al igual que el de Trochowski en Sevilla, tuvo a Alves de espectador privilegiado. El brasileño lleva  algunos partidos a un nivel para estar en el banquillo, ya lo advirtió Pep en muchos de la temporada pasada y creo que ha llegado el tiempo de su relevo. Tras el gol blanco llegó la zozobra, el Barça se vino abajo durante algunos minutos y el Madrid se creció. Afortunadamente Benzemá falló un gol cantado y el Barça se rehizo pero, por momentos, tuve un déjà vu de la primera parte de la vuelta de la supercopa. Afortunadamente no tardó en llegar el gol del empate en una jugada en la que Pepe pareció ” el bombero torero” saltando a destiempo y dejando a Messi que marcara a placer. Las tablas calmaron a los jugadores y el partido se volvió más calmoso dejando todo para la segunda parte.

La segunda parte se inició con ambos equipos decididos a ir a por el partido y cualquiera pudo marcar.Fue Messi el que la metió primero en una falta maravillosa en la que el realizador mantuvo la perspectiva del jugador. Todos vimos como el balón se metía irremediablemente en la escuadra de Casillas y saltamos incluso antes de que llegara a la red. Se había conseguido remontar de nuevo un partido,por enésima vez esta temporada.Ahora había que rematar la faena. El partido no estaba para nada decidido y en una jugada aislada precedida de una falta clara a Iniesta, Ronaldo volvió a empatar. Parecía que solo los dos cracks podían marcar esa noche.

A partir de ahí, y sobre todo tras la salida de Alexis por Cesc,el Barça pudo ganar el partido. Consiguió en varias ocasiones desmantelar la presión madridista y Messi se encontró en varias ocasiones con unos contra unos contra los centrales. Algunas veces lo pararon con faltas pero en otras no acertó en el último pase.Así, mereció marcar Montoya en un esplédido chut al larguero y la última fue de Pedro al que le faltó algo de fuelle para meterla. El Barça mereció ganar al final pero pudo perder por su torpe inicio. Tito, extrañamente,no apuró los cambios y todos echamos de menos algunos minutos de Villa. Nadie le preguntó por él.

Estos partidos no son nada sin un árbitro que la líe y ayer le tocó ese papel al pésimo Delgado Ferreiro. El vasco no solo erró en lo importante, como un penalty claro a Iniesta, el claro fuera de juego de Ronaldo en el primer gol (que nadie ha detectado porque el realizador no ha querido) y sobre todo, una vez más, la permisividad con algunos jugadores madridistas que gozan de bula para zurrar a nuestros jugadores con la excusa de no querer dejar a un equipo con diez jugadores. El árbitro fue malo hasta señalando faltas,no dejando que se sacaran rápido y dejando que el Madrid se volviera a recomponer en defensa. Solo en el gol de Messi, y en las chutadas por el Madrid, consiguió que se pusiera la barrera donde toca. Vergonzoso arbitraje, uno más.

Haríamos bien todos en olvidar este partido cuanto antes. La Liga son 38 partidos y el de ayer fue uno más. Sí, ya sé que es perogrullo pero los que pretenden cambiar la historia en cada partido son ellos,no nosotros. Nosotros sabemos lo que somos, ellos no. Ayer no se disputó ningún título, sino solo 1/38 parte de la Liga, que se acercó un poco más a nuestras vitrinas. Ya sé que tenemos problemas por resolver y algunos causados por la falta de planificación pero lo que está claro es que los títulos de esta temporada los disputaremos con esta plantilla y todos los que dejemos escapar serán irrecuperables.

Força Barça!!