El Barça no puede tener bajas, no puede dar descanso a sus mejores jugadores , el Barça tiene que ser siempre el del triplete, el de Roma, el de Wembley y esa exigencia no es sana para el barcelonismo. Cuando se inició la temporada ya dijimos que Bar Refaeli no iba a volver y nos tendríamos que acostumbrar a un nuevo Barça, un equipo que se iba a mantener en el top mundial pero lejos de aquella excelencia que apabullaba a los rivales y les endosaba cinco goles en el primer tiempo. Eso ya forma parte del recuerdo.
Andábamos toda la semana pensando quien sería el sustituto de Piqué pero Tito estaba preocupado en cómo sustituir a Xavi. El de Terrasa comienza a tener una edad y no debe jugar todos los partidos. El partido contra el Granada parecía el idóneo para ese descanso. Por ello, la sorpresa no fue que Song fuera central porque ya lo anticipó contra el Spartak, sino el centro del campo inédito con Thiago de pivote y Busi y Cesc de interiores. Y por ahí vinieron los problemas.
El centro del campo ayer no carburaba y era incapaz de crear las superioridades necesarias. Thiago se agobió una vez más con la responsabilidad y Busi demostró que cambiarle de posición es la mejor manera de dejarlo en evidencia. De Cesc, mejor no hablar. Así la pelota iba circulando de banda en banda sin ninguna profundidad con un Villa todavía lento y un Alexis que pierde mucho cuando lo pegas a la línea de cal.
Solo quedaba Messi pero ayer tampoco estaba bien y como es habitual tenía un doble o triple marcaje lo cual le dificultaba encontrar su sitio en el campo. Así, entre que el centro del campo se ajustaba, la defensa se colocaba y los delanteros se decidían a atacar, llegó el final de la primera parte que no pasará a los anales de la historia del fútbol, como la mayoría.
Nada más comenzar la segunda parte salió Xavi por un desinflado Thiago y se hizo la luz. El partido cambió y el centro del campo volvió a funcionar con Busi de medio centro y con Cesc haciendo de…Cesc. El Granada dio un paso atrás y comenzaron las ocasiones que Toño iba sacando con bastante solvencia. Ayer Messi no tenía el día y se notó. Salió Pedro con Xavi y le dio profundidad a una banda, el partido estaba tierno solo había que dar el zarpazo.
Pero el fútbol tiene estas cosas y como ya ocurriera contra el Spartak, el zarpazo lo dio el Granada en una jugada en la que Orellana se quedó delante de Valdés y la portería se le hizo de hockey sobre patines, Víctor aguantó y Orellana disparó al muñeco. Suspiro general de tribuna. La volvió a tener Cesc y después Messi pero, cuando parecía que el empate a cero contra el Sevilla del año pasado se iba a repetir, salió el maravilloso empeine de Xavi para meter un derechazo en toda la escuadra de Toño y resolver el partido.En Madrid hubo un descenso de la audiencia televisiva de un par de millones en ese momento, el Barça iba a ganar su quinto partido consecutivo e iba a marcharse 11 puntos con respecto de su rival.Otra vez será.
El segundo gol fue anecdótico al meterse Borja Gómez el balón dentro de su portería tras un centro de Messi. Quizás fue simbólico que el defensa que había estado luchando durante noventa minutos para que Messi no hiciera un gol al final acabara metiéndoselo él mismo. Toda una metáfora del partido. Y es que uno ya empieza a cansarse de los planteamientos contra el Barça, da igual que sea el Granada que el Chelsea, igual Anquela que el propio Mourinho, todos los equipos que juegan contra el Barça hacen de todo, menos jugar al fútbol. Se supone que en esto del fútbol cada equipo tiene sus armas pero es ya desesperante que no haya ni un solo equipo que juegue al fútbol contra el Barça. Lo mejor es que la mayoría palman tras una defensa heroíca del 0-0, se pasan todo el partido perdiendo tiempo, como ayer retrasando el saque de banda ¡en la primera parte! y acaban maldiciendo todo el tiempo que han perdido cuando, por fín, se hace justicia en el marcador. Cuando enjuiciemos el juego del Barça tendremos que tener en cuenta cómo nos juegan los rivales y si hay un equipo que no quiere jugar al fútbol lo difícil que es este juego.
El Barça ha conseguido una racha de cinco de cinco, algo de lo que seguro que Tito está muy orgulloso, el encadenar buenos resultados es lo que en definitiva te da tranquilidad, porque de darse la situación inversa, de estar ayer el Barça a 8 puntos del Madrid, seguramente el chut de Xavi hubiera dado en el larguero.Así es el fútbol, culerdos.