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Yoyalodije

El Barça como religión

-Mira qué monada! De 3 a 6 meses

– Hace menos y nada que sabes que vamos a tener un bebé y ya estás mirando la equipación?

– Claro! Pero mira, si tiene hasta abre fácil en el cuello, para que pase bien la cabecita. Ya te gustaría a tí de aquí a unos meses tener algo así!

– lo de los equipos de fútbol es como las religiones…

Y mientras me disponía a negar y poner en evidencia a la iglesia, como hago siempre que tengo la oportunidad, me puse a pensar y me dí cuenta de que mi santa no estaba tan desencaminada, muy a pesar de este humilde ateo que les habla.

Es nuestro equipo en verdad como una iglesia? Como una religión?

Tenemos un dogma, irrenunciable, y nos parece el único válido, siendo el resto censurables, perseguibles y ridiculizables. Cada fin de semana libramos guerras santas contra otras religiones, en las que el resultado demuestra si nuestro dios ha estado con nosotros o no, en nuestro camino por alcanzar la supremacía.
Tenemos ritos iniciáticos, donde bebés de pocos meses pasan directamente a ser miembros, sin esperar a que adquieran un mínimo de sentido común y son adoctrinados desde el primer día de su vida. Es más, qué es el estadio el día del partido, si no una comunión en el templo? Cuántos conflictos familiares, vergüenzas, porque el hijo salió del otro equipo de la ciudad? O del eterno rival!

Hemos tenido profetas y mártires, santos y herejes; hemos sido puestos a prueba, en nuestra paciencia, en las distintas travesías del desierto que hemos sufrido a lo largo de nuestra historia, en los sacrificios personales por seguir al equipo. Ha habido reformas y contrarreformas, intentos de modernización y fracasos sonados. Quizá hasta un par de anticristos.

Tenemos a un cabeza de la iglesia, primus inter pares, elegido por los miembros de derecho establecidos en el orden interno de la organización. Esta cabeza, como en la iglesia, en teoría nos representa y habla por nosotros, a pesar de que lo único que consiga es dar vergüenza ajena cada vez que abra la boca, como en la iglesia.

Pero no, amigos, no es lo mismo. Nuestros milagros están fehacientemente documentados y hay pruebas de qué han pasado de verdad; nuestros apóstoles se visten de corto cada partido para llevar el estilo irrenunciable a todo el mundo. Nuestro D10s existe y se muestra cada día. No, no es lo mismo. La nuestra es real.