Categories
Crónica

Plácida goleada

Partido en horario de siesta, nubarrones sobre Montjuic y un rival al que el Barça solo le había marcado un gol en los últimos 4 enfrentamientos. Sumado a que Xavi daba descanso a a algunos titulares, parecía todo encaminado a un nuevo partido de los de masticar cerillas y un resultado ajustado si es que se llegaba a abrir el previsible cerrojazo bordaliano.

 

Pero quedó demostrado que, tras más de 100 años de este deporte, nadie ha sabido descifrarlo bien y sucedió todo lo contrario. El Getafe salió en modo suicida, con la defensa muy adelantada y, pese al soporífero ritmo inicial azulgrana, acorde a la hora de hacer la digestión, y a no crear apenas ninguna oportunidad en los primeros 20 minutos, un buen pase de Kounde en profundidad lo cambió todo: el gran desmarque de Nadinhabsolutinha le permitió encarar a Soria y, por una vez, no disparar ni fuera ni al muñeco.

 

Que su acierto fue como aquel famoso del reloj estropeado, se encargó el propio brasileño desperdiciando posteriormente varios claros mano a mano. En su haber, su continuo movimiento buscando espacios –no pidiéndola al pie como algunos pseudocracks– sus desmarques y, en ocasiones, sus regates. Ver que Lamine el Chaval lo está adelantando por derecha y por izquierda parece haberle puesto las pilas. Que lo suyo no es el gol, hace tiempo que quedó claro. No hay que pedirle peras al olmo. Aun así, mejora los registros goleadores de Dugarry. Eterno Christophe.

 

Similar rendimiento goleador mostró Juan Infeliz en su vuelta al once titular, quien dispuso de varias ocasiones para tener derecho a pedir una oportunidad en algún partido importante. Por supuesto, no las aprovechó –cualquier alternativa a su vuelta al Atleti en Junio no se debería ni contemplar- porque de nuevo lució su irritante apatía, su sobradez y sus chutes de canario famélico. Su único aporte real consistió en empujar a puerta vacía una asistencia de un Christensen disfrazado de improvisado e inesperado extremo.

 

Con el 2-0, el Getafe, que apenas se había acercado a la puerta de Ter Stegen en dos disparos lejanos, sacó la bandera que más le gusta a su presidente. Blanca, por si alguien tiene dudas. Entendieron los del Mourinho de Hacendado que no era su día, ni era su guerra y se dedicaron a esperar el final del partido.

 

Los aún más numerosos huecos en la defensa visitante siguieron siendo aprovechados, por primera vez en lo que va de temporada y sin que sirva de precedente. Nadinhabsolutinha volvió a pelear como sabe y de su fe nació otra asistencia a DecepJong para el tercero. Y, tras el carrusel de cambios, el cuarto del siempre acelerado Fermín. Marcó incluso el hoy desaparecido Dugarrowski para demostrar que el gol sigue llamando a su puerta en el único balón que tocó. Lástima que fue anulado.

 

Partido plácido. Goleada. Portería a cero. A más de un culé, que no recordaba lo que se siente cuando se gana sobrado y mereciéndolo se le caían lagrimones. Parece que la dimisión-en-diferido sigue haciendo su efecto y el Barça comienza a mostrar una mejor cara en el tramo más importante de la temporada.