Categories
Crónica

El caso ‘Chumichev’ deja al Barcelona en vilo

El Barça ganó (3-0) y jugará los cuartos salvo que prospere el recurso del Levante por alineación indebida de Chumi en el partido de ida.

Aunque inicialmente programado para las 21:30, el partido de vuelta de octavos de final entre el Barcelona y el Levante comenzó a jugarse casi cuatro horas antes cuando saltó la noticia de la posible alineación indebida de Chumi en el partido de ida. Al margen de los posible artículos aplicables, de si hubo buena o mala fe del Barça o de si los plazos de alegación ya expiraron o se pueden alargar, parece una broma de mal gusto que mega-transatlánticos futbolístico-empresariales como son el Barcelona y el Real Madrid tengan aún deslices de este tipo y que, cual Felipe González de la vida, se enteren de estas cosas por la prensa. Más sangrante aún es el caso blaugrana, teniendo tan reciente el precedente madridista de Cherychev. Tanto si finalmente es sancionado como si no lo es, alguien en el club debe ser cesado por dejación absoluta de funciones.

En medio de esta previa, Don Honesto, tal vez influido por el ruido mediático no quiso arriesgar lo más mínimo y no incluyó a ningún canterano, no ya en el once inicial sino ni siquiera en la convocatoria y dispuso (esta vez sí) unas rotaciones lógicas de un hombre por línea: MATS, Piqué, Busquets y Luis Suarez. Los (pocos) espectadores que se dieron cita en el templo blaugrana tal vez temían que sus jugadores salieran desmotivados y/o despistados por la posibilidad de un partido “inútil” bajo una espada de Damocles. Sin embargo, fueron los jugadores del Levante, acaso más pendientes de la decisión federativa, quienes salieron más fuera que dentro del partido y fueron presa fácil del once cuasi-titular barcelonista. El tridente ofensivo campó a sus anchas y solo las buenas intervenciones de Aitor aguantaban momentáneamente a los granotes, esta vez de verde fucsia.

Era cuestión de tiempo que llegase el gol que dejaría la eliminatoria en manos de los juristas: de ello se encargó Dembelé quien, con una mezcla de velocidad, empuje y rebotes propios y ajenos, marcó en un minuto dos goles que tal vez Vinicius celebrase en casa como propios al ver como el francés utilizaba parte de sus derechos de autor. Los más veteranos le otorgarán también parte del copyright de los goles a un histórico goleador del Camp Nou: Don Julio Salinas Fernández, que demostró como nadie lo que puede hacer la confianza en uno mismo. De esa confianza que ahora irradia Ousmane, parece empezar a contagiarse algo Chutinho. Pese a ser repetitivo en sus jugadas, cual Thierry Henry con sus remates de rosca, por fin no necesitó marcar para dejar de ser intrascendente. Pero de nuevo fue el propio Ousmane quien se encargó de empezar a cerrar la eliminatoria en el comienzo de la segunda parte: gran pre asistencia al desmarque de Semedo que el portugués completó cediendo el balón al D10S del fútbol. Su picadita es una perla más para su incontable repertorio de joyas. Primer gol del argentino en esta edición en la que estuvo más fallón de cara a puerta de lo habitual.

La Copa parece ser la única competición que se resistirá al reinado de goles del rosarino: aún está a 30 goles del mítico Zarra. Sin embargo, tener que recurrir a Messi para remontar un 1-0 en unos octavos de final contra el Levante en casa y mantenerlo los 90 minutos dice muy poco de lo que aprendió el entrenador azulgrana respecto a la temporada pasada. Suerte para él de la renuncia voluntaria de D10S a la albiceleste, que le permitirá llegar con menos kilómetros a los cruces de Champions.

Del ligero estiramiento final del Levante buscando una más que improbable remontada, quedó la impresión de que el corazón estaba en el campo pero la cabeza fuera de él. El affaire Chumichev hace que la clasificación para cuartos quede pendiente de una prórroga judicial, lo que lo convertirá en uno de los partidos de Copa más largos de la historia solo superado por aquella final de 1995 que, tromba de agua mediante, empezó un sábado y terminó un martes.