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Yoyalodije

Un partido ¿sin historia?

De un partido de vuelta de primera ronda de la Copa del Rey entre un equipo que juega la Champions League frente a uno de Segunda B con resultado favorable al primero, la definición más probable es que sea un partido sin historia. Así fue en su mayor parte lo que se vio en el Camp Nou con un Barça plagado de suplentes y apenas tres jugadores del filial, por aquello de no arriesgarse a hacer un Cheryshev.

Sorprendentemente, la Cultural, sin nada que perder y con jugadores que probablemente jugaron y jugarán su primer y último partido en el Camp Nou, salió a por el triunfo, lo que permitió que, al menos durante 15 minutos, los 80.000 espectadores (muchos de ellos también en su primer y último partido en el coliseo blaugrana) disfrutaran de un buen espectáculo. El primer remate de Mancebo, desbaratado por Cillessen, logró el doble objetivo de abortar cualquier ilusión leonesa y despertar a sus compañeros: entre Rakitic y Denis Suárez construyeron una jugada de tiralíneas para que Munir sentenciase el partido cuando apenas se cumplía un cuarto de hora.

El gran disparo desde fuera del área de Denis Suarez a la base del poste, apenas cinco minutos después, metía el partido ya de lleno en la no-historia. Que Malcom, otro de los aventajados suplentes, firmase el 3-0 y siguiese con su pleno de aciertos en esta edición de la Copa, no mejoró la no-historia pero sí la hizo más amena.

Una no-historia que continuó viendo jugar minutos de más a Busquets, como si el bueno de Sergio no tuviese una carga suficiente de partidos. Hacerle jugar en un partido absolutamente intrascendente solo se entiende si el objetivo del mismo es que los periodistas pudiesen incluir un párrafo en su crónica por el simple y curioso hecho de ver a dos Busquets juntos en el medio del campo. Se le agradece a Don Honesto el pensar también en los sufridos cronistas en partidos como el de hoy.

Pero finalmente, esta no-historia se convirtió en historia con el debut del anhelado Riqui Puig, un canterano que cuenta con el beneplácito de la grada después de sus pocos pero ilusionantes minutos en la pretemporada. Debutar con un gol en contra al poco de entrar en el campo no amedrentó al chaval, que decidió devolver la expectativa a la grada con un pase picado para que Denis Suárez lograse su doblete. Si Riqui confirma lo que anuncia, tal vez esa asistencia convierta un partido sin historia en un partido para la historia.