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Yoyalodije

Diseño camiseta

Teniendo en cuenta que el diseño modenno de la camiseta de la próxima temporada es el inevitable peaje que debemos pasar, cada vez que Nike nos concede el inmenso e infrecuente privilegio de confeccionar un uniforme clásico o más o menos acorde a la historia del Barça, tampoco me parece tan fea. Al menos en esta las barras guardan un cierto patrón o simetría a ambos costados, a diferencia de la de la temporada 2011-12 con aquellas rayas que se estrechaban por un lado y se ensanchaban por el otro, sin concordar además la parte superior con la inferior (buscad imágenes de la camiseta del Inter del próximo año y veréis otro ejemplo de cómo Nike puede jugar con el tema de las barritas hasta los límites de la abominación). Además, al tratarse de rayas y no de un difuminado como el de la temporada 2012-13, nos ahorramos la aparición, entremedias, de un tercer color rosa chicle. Las dos elegidas por la Junta del ‘edmundo dantés’ de Déu i Mata, aunque aún tuvieron la poca decencia de cargarle el muerto de la primera a Laporta.

Dicho esto, la camiseta vuelve a caer en un error que ya se va a repetir 7 años seguidos: lo de las dichosas mangas monocolor azul, cuando, históricamente, en la equipación las barras blaugranas siempre se habían prolongado más allá del pecho. Y el otro es que parecen haber pasado a mejor vida (al menos desde 2010) las clásicas ‘mitgetes’ de múltiples rayas azules y granates, que tanto empaque daban al conjunto.

Por otro lado, hace poco vi esta imagen y, aunque se trató de un recurso de última hora por incompatibilidad de colores con el Benfica, volví a recordar con qué sobriedad combinaban el blaugrana y los pantalones negros, que es como vistió el Barça al menos hasta los años 50 (la verdad es que combinaría bien hasta con el blanco, el color original de los primeros 10 años de historia del club):

Por cierto, la maldición de Béla Guttmann ni siquiera hace excepciones con la bondad intrínseca de los niños porque, aparte de aquella Youth League de 2014, con el golazo de Munir desde el centro del campo, también han perdido la final de este año frente al Red Bull. Con ese nombre y esos orígenes, y visto los resultados hasta el momento, en vez camelárselo a base de estatuas y cubriéndole la tumba de flores, más les valdría recurrir a un plan B y sacarlo de ahí para clavarle una estaca en el corazón.
Y el que se lleva el premio al mejor diseño para la próxima temporada será el Milan (lo poco que podrán celebrar) con una camiseta inspirada en la Lotto que llevaron Weah y Baggio a mediados de los 90s. Como malbasalunista, fue la primera equipación que pedí a mis padres, aprovechando un viaje que hacían a Italia, pero me trajeron una falsa de mercadillo que descubrí al momento (aún hay muchos que creen tener la verdadera Kappa del Dream Team en esa donde los gemelos de la polémica banda blanca eran substituidos por triangulitos). Dos años después, ahora con mis abuelos yendo a Alemania, y siguiendo con el equipo de moda del momento, pediría la mítica fosforito del Dortmund con la que ganaron la Champions; esta vez la cosa fue a peor y recibí una camiseta blanca con el escudo de los germanos en el centro.