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Yoyalodije

Granada 0 – Barça 3: CAMPIONS!!!!!!!!!!!!!!

Que el partido de ayer en Granada no iba a ser ningún paseo era algo que sabíamos todos; rival en dinámica ganadora, con una delantera destacable, fuerte por alto… además venía de haber logrado la salvación la jornada anterior y sin presión, lo cual podía ser un arma de doble filo. Tampoco era propicio, ni para el Barça ni para el futbol, el horario elegido para el desenlace del campeonato. Jugar a las cinco de la tarde de un sábado es absurdo para las audiencias. Hacerlo en Granada, en pleno mes de mayo y con toda la solana, es contraproducente para el espectáculo y hasta para la propia salud de los futbolistas. Pedir explicaciones sobre los porqués de elegir este horario es, por supuesto, una pérdida de tiempo.  Como con tantísimas otras cosas relacionadas con Javier Tebas y su LFP. Por último, estaba una vez más y para no variar, el tema del terreno de juego; seco a más no poder y que José González se encargó de que no regasen para ‘jugar sus armas’. Por fortuna esta vez, el destino hizo que al entrenador granadino le saliese cara su mezquindad.

 

Posiblemente habría que hablar aquí de la presión a la que se les sometió desde Madrid a los futbolistas del Granada, poniéndoles bajo sospecha con conspiranoias varias y utilizándoles (a los que se dejaron) como monos de feria y buscándoles filiación madridista hasta por la familia política. Pero como al final esto es fútbol profesional, y la obligación como profesionales de los futbolistas granadinos ayer era intentar arañarle puntos al Barça, no se entrará aquí en estos temas.

 

El Barça salió al partido muy mentalizado de lo que tenía que hacer: tener la pelota, recuperarla cuanto antes y lo más lejos de su portería posible cuando la perdiese, tener paciencia y no caer en el nerviosismo si como era de esperar, llegaban noticias poco propicias desde la Coruña. El ritmo de balón no era todo lo alto que debiera, pero Iniesta marcaba la pauta en el centro del campo y Neymar superaba a su par una y otra vez (salvo cuando le paraban a patadas), aunque sin acierto al acabar las jugadas. Piqué en un remate que Andrés Fernández sacó sobre la línea de gol (o quizá detrás de ella) y Neymar en un pase en profundidad de Leo tuvieron el primero, sin éxito. Mientras, el Granada apenas lograba inquietar la meta de Ter Stegen. Finalmente, en el minuto 23 de partido, una gran combinación entre Ney y Jordi Alba en banda izquierda era culminada por Luis Suárez en boca de gol. Lo más difícil estaba hecho y sólo cabía seguir igual hasta lograr la tranquilidad con un segundo tanto. El Barça así lo hizo; no con un asedio sobre la meta andaluza, pero sí con un control absoluto del partido, sin conceder absolutamente nada atrás y jugando la gran parte del tiempo en terreno de juego rival. Una falta poco peligrosa lanzada por Leo fue el único bagaje previo al segundo gol de Suárez. Mascherano lanzaba un balón en profundidad a Alves que más bien parecía un melón, pero el secarral que era el césped de los Cármenes lo frena al botar, premiando así la pelea y la fe infinita del brasileño, que cede atrás para que el uruguayo remate de cabeza su segundo tanto. 0 a 2 y la liga a tocar.

 

Poco más destacable sucedió de ahí al final del primer tiempo, y así discurrieron también los compases iniciales del segundo. Por mencionar algo, que el ex blaugrana y futuro tertuliano de Pedrerol Isaac Cuanca entró al campo, y que Don Andrés Iniesta nos regaló a todos un pequeño clínic de controles, regates y detalles al alcance de muy poquitos. Hasta que en un contraataque de El Arabi y una transición defensiva desastrosa de los culés, Fran Rico se plantaba solo delante de Ter Stegen. Sin embargo, entre la mala definición del granadino y la buena respuesta del alemán, muchos culés pudieron ahorrarse un buen jornal en cafinitrinas. Pocos minutos después Neymar perdonaba el tercero en una internada de Suárez por la derecha, y tras ello el partido entró en los únicos minutos en los que el Barça perdió un poco de control sobre el partido. El Granada empezó a presionar arriba y a los blaugrana les duraba poco la posesión. Una serie de corners botados por los andaluces, alguna pequeña tangana y la sustitución de un lesionado Machete por Mathieu hicieron crecer la inquietud entre la culerada. Sin embargo, el francés actuó con mucha solvencia y entre Iniesta y Busquets pronto volvieron a tomar las riendas del partido; dándole mayor pausa, alargando las posesiones y tranquilizando la situación. La efervescencia de los granadinos fue mermando hasta casi desaparecer por completo en los últimos minutos. Cuando todo parecía indicar que el partido transcurriría sin mayor novedad hasta el pitido final, Leo ponía un balón en profundidad a Ney, que cedía a su derecha para que Luis Suárez completase su hat-trick y pusiese el colofón a su Pichichi, a su bota de Oro y al campeonato de liga culé. Solamente quedaba que Hernández Hernández señalase el final del encuentro para por fin poder celebrar una liga que se dio por ganada con excesiva antelación, que nosotros mismos nos complicamos y que posiblemente ahora se valore más por su dificultad.

 

El Futbol Club Barcelona conquistó ayer por la tarde en Granada su vigesimocuarto título de liga, aunque quizá sean mucho más significativos otros dos datos: el primero, que es la liga número 14 desde que Johan Cruyff se sentó por primera vez en el banquillo blaugrana. Y el segundo, que se trata del sexto campeonato en ocho años, y el octavo en once.  Estos números marcan una tendencia clarísima, y hablan bien a las claras de quién es el gran dominador del fútbol español en los últimos años. Hay que estar eternamente agradecidos a un núcleo de jugadores únicos (esperemos que no irrepetibles) por engrandecer tanto a nuestro club. Y por supuesto, hay que darle muchísimo valor a cada título logrado; porque dadas las circunstancias, siempre tienen una dificultad añadida. Sin embargo, tampoco cabe olvidar cómo y por qué hemos llegado a la situación actual de dominio absoluto: un estilo único, trabajado durante décadas, que se basa en unos principios muy claros. Un estilo forjado en el éxito y que nos ha dado TODOS los grandes éxitos en estos años. Un estilo que una vez más parece demasiado puesto en duda en los últimos tiempos, y del que cabe alejarse lo menos posible si queremos seguir siendo lo que somos.

 

Y esto también es algo a valorar. Muchísimo.

 

CAMPIONS!!!!