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Crónica

Un partido que representa una Liga

Pocas veces se da que un partido entre los dos grandes aspirantes al título represente tan bien una Liga. Ayer se dio que el Barça y el Madrid mimetizaron en el partido su trayectoria en esta Liga. Un inicio igualado hasta el gol de Mathieu. Un dominio insultante del Madrid durante el resto de la primera parte y algunos minutos de la segunda y un final de partido muy decantado a favor del Barça, a partir del gol de Suárez.

Se ganó, que era lo que importaba ayer, y se amplió la ventaja en la clasificación a una distancia que puede ser decisiva a falta de diez partidos para finiquitar el presente campeonato. Además, en una noche electoral, se dio que todos acabaron contentos, como los políticos, los merengues como campeones morales y los blaugrana como reales.

Antes de que se me olvide me gustaría destacar lo difícil que es completar un gran partido en un día con tanta presión como el de ayer. Porque me gustaría destacar a Piqué si me olvidara de su inicio de partido titubeante o al propio Suárez que decidió el partido pero que no supo finiquitar el partido. Tampoco hay que señalar a nadie porque, sí, Neymar estuvo fallón y regaló un sinfín de balones a él le hicieron la falta del primer gol y supo colocarse bien en la segunda parte para buscarle la espalda a la defensa blanca. Mathieu no estuvo fino en el gol del cani pero, poco antes, había abierto el marcador con un espléndido cabezazo. Todo es relativo.

Messi no fue el de la exhibición del miércoles y le vi síntomas de haber tenido fiebre durante la semana pero supo buscar su momento y le faltaron milímetros (ese zurdazo con rosca) para volver a marcarle a su portero preferido.

Difícil de calificar el partido por eso nos centraremos en los detalles. El primero, la excelente falta que colocó con la zurda Messi para que el espigado Mathieu colocara la testa de forma impecable. El segundo, la buena jugada de Benzema, jugadorazo donde los haya, que remató Ronaldo a bocajarro. El tercero, las paradas de Bravo que, en algunos momentos, mantuvieron el resultado. El cuarto, la jugada de killer de Suárez que resolvió el partido en una muestra evidente de su talento y aptitud natural para el gol. Para finalizar, la pólvora mojada de la delantera blaugrana que evitó un resultado del que poder alardear hoy.

Para finalizar me da la impresión de que, siguiendo con la teoría de los vasos comunicantes, ayer se vio un partido parecido al del Bernabéu, pero justo al revés, diría que se vio el negativo de la fotografía del 26 de octubre. Solo faltó meter el tercer gol para cumplirse totalmente. Una lástima.

El panorama ahora, digan lo que digan, es que el Barça es máximo favorito para la competición de la regularidad, lo cual dice mucho de la capacidad de este grupo para evacuar toda la porquería que cayó sobre ellos tras la derrota de Anoeta. Las bombas de achique han funcionado y el trasatlántico, tras pasar la zona de icebergs, sigue firme hacia su destino. Disfruten, carajo.