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El análisis Yoyalodije

Los números de Messi

Se están haciendo todos los análisis desde la premisa “se ha fichado a Neymar, ¿debe cambiar o adaptarse al estilo del Barça/deben acercarse el uno al otro?”. Pero yo no veo tan claro esa premisa inicial y, por tanto, tomaré otro camino en el análisis.

Para mí es al revés; el fichaje de Neymar muestra una voluntad de cambio en el Barça. Lógica, por otra parte, teniendo en cuenta las dos últimas temporadas y el mayor problema global que se ha tenido: cuanto mejores números ha ido teniendo Messi, peor ha ido atacando el Barça. O, si lo queréis de otra forma, Messi ha tenido que absorber el sistema ofensivo del Barça porque había un problema global sobre cómo interpretar la manera de atacar en el equipo -y porque podía, podría incluso añadirse-.

Los rivales aprendieron a minimizar (utilizar el verbo “anular” con Messi sería demasiado pretencioso) al diez y su capacidad de influencia, obteniendo como resultado un nihilismo ofensivo fuera de ese ámbito que, si bien no ha pasado factura en la Liga (y este es otro tema distinto a analizar: potencial real del campeonato, organización, distribución y reparto de ingresos…), en los partidos TOP ha hecho que el Barça ya no sea capaz de imponer su discurso ni de construir alternativa que funcione, siquiera de manera puntual.

Los números de Messi son exagerados, incluso, para un equipo que quiere volver a reinar en Europa. Aunque suene contradictorio, el Barça quizá no pueda permitirse una temporada más los números de Messi -por lo que significan en cuanto a concepción del juego y ataque-. En esta situación a mí hay una palabra que me gusta mucho y que pienso que es lo que más le conviene al Barça como equipo: Diversificar. Buscar nuevas opciones, dejar de personificar el ataque en un solo individuo -por mucho que sea Messi-.

Y cambiar, diversificar, no significa necesariamente romper ese estilo irrenunciable, herejía barcelonista. Un estilo que nunca fueron números en un esquema sino conceptos: tener la pelota y asociarse mucho con ella para atacar; recuperándola lo más rápido posible tras pérdida para defender mejor. Y en estas volvemos a Neymar, teniendo ahí a Messi. Juegan muy parecido pero en sectores opuestos del campo. ¿Cómo no podrían ser compatibles? Se trata de encontrarles el ecosistema adecuado. Y, de verdad, me cuesta creer que exista entrenador que no quiera potenciar al máximo y de manera simultánea al probablemente mejor jugador de la historia y al chico llamado a marcar, al menos, la siguiente década.

Roles similares en perfiles opuestos. Ambos mejor con una referencia arriba. Recordemos a Messi declarando y reclamando un delantero que se faje entre los centrales para ser más feliz. Es obvio que te piden a gritos una referencia que las enchufe. Dicho lo cual, esta transición o evolución del modelo dista mucho de ser abrupta porque la economía tiene límites y, por muy FCB que seas, no tienes crédito infinito. Así que me figuro que de momento las prioridades son el central y sólo una opción más económica (descartes como parecen ser Mario Gómez o Dzeko) o exótica (Benteke, Bony) podría resultar para la ya irresistible 2013/14.

Atacar mejor y más juntos para defender mejor tras perder el balón, decíamos. Ahí está el otro reto; tanto para Neymar como para el Barça. Y el primer factor debiera ser muy psicológico -tanto como físico-: adquirir intensidad mental para obtener intensidad física. Ese trabajo de día a día, de convencimiento, largoplacista e incómodo para el jugador que sólo mira el próximo partido es fundamental pero complejísimo para un entrenador de élite. Defender también es una actitud. Pero pese a la actitud, también habrá que saber equilibrar y aquí se abrirían también una series de opciones interesantísimas de debatir y analizar.

Apurar los últimos mejores momentos de Xavi (poco aconsejable en el medio y largo plazo); intentar por tercera vez dar a Cesc la oportunidad de sentirse importante en el equipo (¿será la vencida?) desde el interior derecho con Iniesta y Busquets completando; o una variable curiosa que no me importaría ver y es el retorno del Jefecito al pivote -Song, en su defecto- con Busquets de interior derecho e Iniesta en el izquierdo. Idílicamente, ese delantero de referencia también sería sacrificado en defensa; punta de lanza en el inicio de la presión. Alexis puede servir como opción puntual y de banquillo, pero sin duda, Eto’o fue un adelantado a su tiempo. 😉