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El ojo que todo lo ve

(La)Porta: Crónica de sus mejores años (esperemos que el resto tengamos algunos mejores aun)

Siete años es mucho tiempo y me permitirán pues un análisis superficial –son los mejores. Asimismo, en aras del rigor mortis, no podemos entrar en el factor suerte, ‘que si tal que si cual’. No. Asumiremos que todo se rige por un cósmico causa-efecto sin intervención del azar, y consideraremos también que todo es imputable a Laporta como responsable último, nada de que ‘si esto lo hizo Txiqui o lo otro Cruyff’. Me parece justo.

Podemos dividir los roles de un presi de varias maneras, pero como el artículo lo escribo yo, el breakdown es asín:

1-Deportiva

A-Cantera

B-Seccions (Viva Trayter!!!!)

C-Primer equip

2-Económica

A-Deportiva

B-Operacional

3-Institucional

Al Duero:

1A: Cantera: Ni tengo los conocimientos ni tenemos el espacio para entrar en que si Guallart o Pixapins debieron haber subido antes o después al Alevín C. Miro al primer equipo y veo un porrón de canteranos, a mí ya me vale. Un 9 claro.

1B: Seccions: Tampoco entro ni salgo, pero en basket veo varias Copas, Ligas y la Final Four del otro dia. Salvo que Kantinu diga la contrario, por mí de muerte. Asumo que los del hockey y handball también van tirando, otro 9.

1C: Primer equip: En puro pragmatismo, se le puede achacar directísima e implacablemente el segundo año del Tardo-rijkaardismo. El primero fue culpa de Frank, pero el segundo no. Eso figura como un gran lunar en su oscilante periplo por el trono, pero respecto a los otros 6 años, poco se le puede achacar sin entrar en el tramposo tema de si tuvo suerte o no, o si fue Txiqui o él (ver intro). 4 Ligas de cojones, 2 UCLs, 1 Copa y el porrón supercopas y FIFA World. Con juego vistoso y aplaudido mundialmente, parece que el ‘estilo irrenunciable’ queda ya implantado oficialmente (si bien yo rechazo la irrenunciabilidad a nada y entiendo que con otro plantel quizá interese más jugar a otra cosa, pero como no soy presidente de nada mejor me callo). En general, hostia, cualquiera que esté quejoso del rendimiento del primer equipo desde 2003 es un tarao. Le calzo un 8 por la innecesaria pupita de esos dos tenebrosos años, pero un 8 es buena nota, ¿no, posi?

2A: Económica-deportiva. Difícil tocar esto sin hablar de Bogie-ristain. Vamos a intentarlo. No hemos fichado barato jamás pero generalmente tampoco nos han dado en demasía por el rear bumper, a excepción del caso que ni mento. Se ha fichado a precios de mercado un poquitín al alza, pero en general el criterio ha sido razonable. Habrá que ver si amparado en la doctrina ‘Por lo que me queda en el convento…’ pierde la cabeza y nos trae a Pelé ahora, pero en general un 7 sí se le puede dar, a pesar de que en la política salarial se ha desviado sensiblemente de sus promesas electorales.

2B: Económica-Operacional: Los costes en sueldos y salarios de ejecutivos y personal se ha ido por las nubes. Se ha tirado de Visa como si esto fuera su cortijo. Se han evitado de forma recurrente resultados negativos de los ejercicios a través de la venta de patrimonio. En general diríamos que el club no ha sido un ejemplo de rigor en esta área. Es normal, la gente se acomoda y relaja sus estándares morales, pero en ese sentido no podemos darle más que un 3 y subrayar que el cambio siempre es bueno, ni que sea para hacer tabula rasa con estas cositas.

3: Institucional: Para mí hay un lado bueno y otro malo. En el bueno, pues la innegable modernización de la estructura del club, dando mayor peso a marketing, ventas e imágen. El club tiene otra cara, mucho más fresca que hace una década, y esto me ha parecido uno de los más significativos avances. La otra vertiente ha sido un puto cristo. Laporta ha dado una imagen de imberbe fiestero impropia de un tío de su posición, y sus desmanes han sido además copiosamente publicitados por ‘los malos’. Ha cometido errores de bulto como meter a su bufete en compra-ventas de clubes, los saraos de Bwin, la burrada de los JJOO de China, y catorce cosas más que ni recuerdo. Además se ha comportado como un macarra y en general estaríamos de acuerdo en que su faceta institucional ha sido nefasta. Eso hasta que empezó a usar el cargo para posicionarse políticamente, tras lo cual su papel representativo solo puede cualificarse como penosísimo.A nivel de imágen debemos exigir bastante más.

En resumen, excelente mandato. Todos queremos caldo y el tío este nos ha dado dos tazas. Me disgusta casi todo de su persona, le abofetearía hasta dejarle calvo por tonto e inmaduro, pero ahí está nuestro palmarés. Ojalá el que venga nos de los mismos títulos, bajándose los pantalones o no. Eso sí: cuando lo haga -si lo hace- ahí estaré yo para afeárselo como no podría ser de otra manera. Reconozco que soy el primero a quien pierde la estética, y le he criticado –con total merecimiento- cada trollada que ha hecho, pero como hijo de Pragman, no puedo sino agradecerle su periplo.