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Yoyalodije

AQUELLA CANALETES NUESTRA…

Hay avatares en la vida que marcan un antes y un después en nuestra existencia. Son duras experiencias que no distingen clases sociales, sexos o
coeficientes intelectuales. Todo ser viviente,tarde o trempado pasamos por uno. El mío se produjo en 1988 y para los cortos de memoria les diré que
por esos días el Barça ganó al Madrí 2-0. Centenares de personas salimos del Estadi presos por la euforia, enarbolando el dedo corazón al aire y
gritando nuestra azaña al viento, enfilamos como una marea humana la preceptiva visita a Canaletes a fesejar tamaña gesta, entre los cuales andaba
yo junto a esa gente a la que me unía un lazo tribal.
Una vez allí, escalaba Ramblas arriba rodeado de una multitud, quizás mil personas en un estado de total posesión epiléptica o alucinógena, cuando
súbitamente una germana de dorados cabellos y generosa pechera me espetó:

-“Do you speak english?”
-“¿Mande?”

-“Que si do you speak english?”
-“Ah si! a litel bit”

Me dispuse a ir sacando el condón de la cartera cuando acto seguido, la tetona,digo teutona inquirió(a partir de aquí la cosa se desarrolló en inglés,
lo subtitulo):
-¿A que se debe tanta alegría? es una fiesta?
-No que va, son seguidores del equipo de fútbol de la ciudad.
-¿Y porqué están tan contentos?
-Bueno el equipo ha ganado esta noche y…
-Ah! que bien! ¿y que ha ganado, el campeonato del mundo?

En ese momento todo mi mundo futbolístico, tal y como me lo había contado Carazo,Nolla o Carlos Perez de Rozas se me vino al suelo. Bastó que una
inocente hija de la OktoberFest lanzase esa pregunta para que el statu quo de mi mundo se rompiera en mil pedazos.
“¿Como le explico yo a esta tía que sólo hemos ganado un partido de mierda?” peor aún -me dije- “¿como va a enrollarse conmigo sabiendo que somos
un grupo de tarados perdedores?”

Capee el tema con elegancia y le dije que era un partido importante, decisivo y que tal, giré mediavuelta y sin mediar mas palabras, enfilé Ramblas
abajo abriéndome paso entre la multitud, como el que va en sentido contrario en una autopista…ya nada me retenía allí. “No quiero formar parte de
esa montonera gay” -pensé-.Con mirada perdida, mis pasos vagaban sin rumbo, mientras el éxtasis de la plebe ya sólo era un rumor lejano, vacío e inconexo.
Mi mente era bombardeada con decenas de flashbacks de épicas victorias frente al eterno enemigo coronadas con temporadas en blanco…generaciones
enteras de jugadores echadas a perder, Clos,Calderé,Pedraza,Moratalla… sacrificados por un objetivo obtuso,trivial y menor.

La pregunta era un chute de realidad, la respuesta, demoledora: “no soy mas que un jodido luser”. En ese momento mi orgullo herido se tornó en un
coraje torero. Apreté los puños, miré al cielo y blasfemé:
-“¡A Dios pongo por testigo que jamás volveré a vivir acomplejado por el Anticristo blanco!, se acabó vivir con la única ilusión de ganar un miserable
partido!”.

Desde entonces, mucho ha llovido, vive Madeira, el club ha ganado títulos, se ha equiparado a los mas grandes del continente y ha dejado atrás ese
complejo de equipo menor.
Ahora, echando la vista atrás, puedo decir que me alegro de las victorias frente a la criatura satánica, pero para mí ya sólo son consecuencia de
una superioridad manifiesta.Si,ya no son más que tres puntos y un golpe al orgullo. Puedo decir que las chirigotas con que los medios nos deleitan en
la previa de esos partidos me dan risa. Y puedo decir que ganar o perder ante ellos “casi” me la trae al pairo porque mi visión del mundo futbolístico
va mucho más allá y apunta a la victoria final, la verdaderamente importante y la que te hace entrar en los libros de historia.
Si, aquella alemana que no pude calzarme cambió mi mundo endogámico y provinciano por otro abierto y global. Y me alegro de que el club haya seguido
también ese camino. Ahora solo falta que el barcelonista acomplejado, cagón y quejicoso abandone ese espíritu y si puede ser deje el asiento libre.
La prensa, fiel a su amo, seguirá sirviéndose del club para sus negocios y dando muestra de su poco críterio y nula cultura deportiva. 

PD-Por cierto, en aquella liga del 88 acabamos sextos, justo por detrás de Osasuna, a 23 puntos del Madrí.Y aquella noche, Canaletes se llenó…