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Yoyalodije

Málaga, o la historia de amor entre una ciudad y Cruyff…

1976. El Barça no va bien y en su visita a Málaga, Cruyff es expulsado por primera vez como blaugrana tras sus insistentes protestas al árbitro Orrantia. El “holandes volador” estaba fuera de si y presionaba al de negro para que preguntara al juez de línea porque había levantado el banderín en un gol de los malagueños que el árbitro había dado por valido. Le cayó la roja, pero Cruyff se negó a abandonar el terreno de juego, montándose tal pajarraca que tuvieron que venir los grises a sacarlo del campo. Ese día, el holandés se dió cuenta en que país vivía…

Temporada siguiente, 6 de Febrero de 1977. El equipo es líder y a falta de 3 jornadas es el Málaga el que visita el Camp Nou. Tras dos posibles penaltis a favor del Barça que no son pitados, el trencilla Melero Guaza, concede un gol a los andaluces que Esteban había colocado en el fondo de la portería con la mano. Cruyff parece dirigirse al árbitro y este le expulsa inmediatamente. En el acta el secuaz de Plaza refleja que “el flaco” le había dicho “árbitro eres un hijo de la gran puta”. Cruyff  siempre defendió que lo que dijo fue “Manolo marca ya” dirigido a su compañero Manolo Clarés.  Si, yo también pensé lo mismo: “pues coño, se parece lo que un huevo a una castaña…” Nuevamente se lía una montonera, y en plena trifulca, un espectador salta y con toda justicia, intenta agredir al árbitro. El tarugo en custión es reducido y puesto en cuarentena. Tras el partido hay graves enfrentamientos entre aficionados y representantes oficiales de la represión gubernamental o policía, y tras unos bailes de palos, una furgoneta de TVE es reducida a cenizas. Al holandés le caen 3 partidos y el Barcelona sólo suma un punto por un partido que había ganado por 2-1. El equipo no ganó ninguno de los partidos restantes y acabó perdiendo el título en favor del…Atlético. Hay que joderse.

La historia es cansina y 33 años después, volvemos a recibir a la representación de Málaga, famosa por su Holy Week o Semana Santa, el barrio de Palma Palmilla y su camiseta del Espanyol lavada a la piedra. El equipo malvive en la mitad de la tabla, sin rumbo claro ni objetivo concreto. Un alma a la deriva desde que Tapia se apeó del proyecto. Llegan obligados por el calendario de la LFP a una liga que no es la suya, por lo que no sería extraño que rotara algún titular para dar carnaza a Josevi, Caridaz y Relaño. En condiciones normales, les debemos meter 3 con los suplentes y a la ducha. Eso si, como siempre pido: máxima concentración,
actitud toda y el objetivo claro de finiquitar el partido en la primera parte. Una liga bien lo vale.

Y esta vez, Cruyff podrá disfrutarlo desde su localidad…