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Messi TRItura al canario

Leo Messi cerró con tres golazos en las Canarias la minicrisis con la que el Camp Nou dio la bienvenida a 2010 en los torneos domésticos. Márquez volvió a parecerse al mejor Rafa e Iniesta se acercó un paso más a Don Andrés el día que Bojan deslumbró en territorio enemigo. En casa de Pedro.

Una vez el agigantado Valdés cerró su jaula a los tres iniciales y letales zarpazos de Alfaro el Barça empezó a tejer lentamente la bufanda con la que acabaría ahogando en los albores del descanso a un Tenerife que hasta ayer apenas había encajado un gol por partido en el mítico Heliodoro. Con Xavi a medio gas, Iniesta subiendo el pistón y Busi a pleno rendimiento el centro del campo azulgrana marcó, como casi siempre, el ritmo del partido. De locos al principio y la locura al final.

Les costó demasiado enlazar con el extraño trío de delante pero a la que el balón empezó a merodear el flanco izquierdo de Bojan el cuento cambió por completo. Caperucita se comió al lobo en su propio bosque. Harto de que el extremo Pedro le robara portadas y titulares a golpe de goles el ariete le replicó anoche con bicicletas, desborde y asistencias. El mundo al revés y el Heliodoro patas arriba.

Al meritorio despliegue tinerfeño por el lateral (des)ocupado por Maxwell le siguieron los mejores minutos de Marquez en cuatro años (impecable sin balón, importante con él) y, a partir de ahí y con Busi cortando e Iniesta generando, dos fabulosos jugadones de Bojan en los dos primeros goles de Messi. Márquez ha vuelto y Bojan parece ya haber llegado. Dos problema menos en las Canarias.

A destacar la sucesión de maravillas de Andrés en el fabuloso tercer gol culé, en el que Krkic asiste, suma y sigue. Mientras, Henry sigue restando. Anoche apenas opuso su segundo poste en dos partidos a las notas discordantes que adornaron su actuación. Algunas imprecisiones en la combinación, numerosas pifias en la definición, demasiados tics de desenchufe y un absurdo pique con Messi denotan que desconexión del resto del grupo sigue vigente.

El día que Ibra no estaba y el Madrid exigía Bojan dio un paso adelante. Le pusieron en banda para que hiciera de Mecí y salió airoso del envite mientras Leo hacía de Pedro en el eje. Desbordó el de Linyola y remachó el de Rosario al más puro estilo del lugareño de moda: aportación notable, definición excelente. Eso en los dos primeros. La vaselina del tercero fue el regalo de bienvenida a Primera de Leo al Heliodoro, al que en la despedida de la máxima categoría hace una década ya había despedido el Barça con seis otros seis golitos.

Visto así llevan razón los agoreros. Ni el Barça es el de la temporada pasada ni, lo que es más grave, golea coma hace diez años. Ayer, sin ir más lejos, uno menos en las Canarias.

… y Basile a los trilogros de Epifanio


 A la tormenta perfecta del Palau no le faltó de nada. Ni la enésima exhibición de Ricky en el juego, de Navarro en la anotación (hay que ver el favor que le ha hecho Chichi a la hoja de servicios del de la bomba), ni el recital ofensivo de la mayor máquina anotadora del continente ni, por supuesto, el récord culé de triples en un mismo partido del irrepetible Gianluca Basile.

Son muchos –todos, para ser exactos- los que aseguran que el italiano empató la marca de Epi a poco de dibujarse el arco grande en las pistas de baloncesto. En kantinuSports ponderamos

lo cualitativo del logro y creemos que, cuando estos ocho triples no sólo llegan después de once lanzamientos (igual que Epi en el día de autos) sinó en apenas 22 minutos jugados, no se puede hablar de empate sinó de victoria en toda regla.

Maravilloso colofón pues del gran Basile a un fenomenal encuentro azulgrana que apuntaba a tostón en un descanso al que el Barça llegó con el partido decidido y habiendo anotado todos los jugadores culés menos uno. Sí, Gianluca Basile. Uno de los de antes que sigue TRIturando redes.